Mrs. Nash's Ashes

Sarah Adler - paperback

A starry-eyed romantic, a cynical writer, and (the ashes of) an elderly woman take the road trip of a lifetime that just might upend everything they believe about true love.

Millicent Watts-Cohen is on a mission. When she promised her elderly best friend that she’d reunite her with the woman she fell in love with nearly eighty years ago, she never imagined that would mean traveling from D.C. to Key West with three tablespoons of Mrs. Nash’s remains in her backpack. But Millie’s determined to give her friend a symbolic happily-ever-after, before it’s (really) too late—and hopefully reassure herself of love’s lasting power in the process.

She just didn’t expect to have a living travel companion.

After a computer glitch grounds flights, Millie is forced to catch a ride with Hollis Hollenbeck, an also-stranded acquaintance from her ex’s MFA program. Hollis certainly does not believe in happily-ever-afters—symbolic or otherwise—and makes it quite clear that he can’t fathom Millie’s plan ending well for anyone.

But as they contend with peculiar bed-and-breakfasts, unusual small-town festivals, and deer with a death wish, Millie begins to suspect that her reluctant travel partner might enjoy her company more than he lets on. Because for someone who supposedly doesn’t share her views on romance, Hollis sure is becoming invested in the success of their journey. And the closer they get to their destination, the more Millie has to admit that maybe this trip isn’t just about Mrs. Nash’s love story after all—maybe it’s also about her own.

Un romántico apasionado, un escritor cínico y (las cenizas de) una anciana emprenden el viaje de su vida que podría cambiar todo lo que creen sobre el amor verdadero.

Millicent Watts-Cohen tiene una misión. Cuando le prometió a su anciana mejor amiga que la reuniría con la mujer de la que se enamoró hace casi ochenta años, nunca imaginó que eso significaría viajar de D.C. a Key West con tres cucharadas de los restos de la señora Nash en su mochila. Pero Millie está decidida a darle a su amiga un final feliz simbólico antes de que sea (realmente) demasiado tarde y, con suerte, asegurarse del poder duradero del amor en el proceso.

Simplemente no esperaba tener un compañero de viaje vivo.

Después de que un problema informático interrumpe los vuelos, Millie se ve obligada a viajar con Hollis Hollenbeck, una conocida también varada del programa MFA de su ex. Hollis ciertamente no cree en un final feliz, ya sea simbólico o no, y deja bastante claro que no puede imaginar que el plan de Millie termine bien para nadie.

Pero mientras se enfrentan a peculiares bed and breakfast, inusuales festivales de pueblos pequeños y ciervos con deseos de morir, Millie comienza a sospechar que su reacio compañero de viaje podría disfrutar de su compañía más de lo que deja entrever. Porque para alguien que supuestamente no comparte sus puntos de vista sobre el romance, Hollis seguramente se está involucrando en el éxito de su viaje. Y cuanto más se acercan a su destino, más tiene que admitir Millie que, después de todo, tal vez este viaje no se trata sólo de la historia de amor de la señora Nash, tal vez también se trata de la suya propia.