Mixed Signals

B.K. Borison - paperback

A small-town baker learns to raise her expectations for love with some help from a handsome local teacher in this sunny romantic comedy.

Layla Dupree has given up on love. She’s waded through all the fish in the sea, each one more disappointing than the last. Apparently, owning the bakery at Inglewild’s most romantic destination does not help one’s love life—despite Layla’s best efforts. All she wants is a partner who gives her butterflies, not someone who ghosts her at dinner and leaves her with the check.

Good thing Caleb Alvarez has the perfect solution. After saving Layla from another date gone bad, he has a simple proposition: one month of no-strings dating. He’ll do his best to renew her faith in men while she rates his romantic game. It’s a win-win situation. All the benefits of dating without the added pressure of feelings and unmet expectations.

But there’s one ingredient they haven’t considered. The chemistry between them is red-hot, and the urge to take things to the next level is more tempting than Layla’s mocha fudge brownies.

Una panadera de un pequeño pueblo aprende a aumentar sus expectativas de amor con la ayuda de un apuesto maestro local en esta alegre comedia romántica.

Layla Dupree ha renunciado al amor. Ha atravesado todos los peces del mar, cada uno más decepcionante que el anterior. Aparentemente, ser dueño de la panadería en el destino más romántico de Inglewild no ayuda a la vida amorosa, a pesar de los mejores esfuerzos de Layla. Todo lo que quiere es un compañero que le dé mariposas, no alguien que la engañe durante la cena y le deje la cuenta.

Lo bueno es que Caleb Alvarez tiene la solución perfecta. Después de salvar a Layla de otra cita que salió mal, tiene una propuesta simple: un mes de citas sin condiciones. Él hará todo lo posible para renovar su fe en los hombres mientras ella califica su juego romántico. Es una situación en la que todos ganan. Todos los beneficios de las citas sin la presión adicional de los sentimientos y las expectativas insatisfechas.

Pero hay un ingrediente que no han considerado. La química entre ellos está al rojo vivo y la necesidad de llevar las cosas al siguiente nivel es más tentadora que los brownies de moca y chocolate de Layla.