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Que inmigración y emigración son dos caras de la misma moneda, resulta algo tan obvio como indiscutible. Sin embargo, no pocas veces la opinión pública de los países receptores olvida que se trata de un fenómeno entrelazado.
España, fruto de su experiencia histórica reciente, debería estar vacunada ante esta tentación amnésica. Fueron tres millones de españoles los que, impelidos por la situación económica, política y social del franquismo de posguerra, emigraron hace décadas a Europa bajo el instinto de la supervivencia.
La emigración siempre es dura, significa: abandonar la familia, amistades, la tierra donde uno ha nacido para irse a vivir a miles de kilómetros, la mayoría de las veces casi con lo puesto, a realizar trabajos que pocos quieren aceptar. El impulso del ser humano por superarse, vencer las penalidades, sobrevivir y proteger a los suyos es irrefrenable. A nadie le debería extrañar que en un mundo que se vende globalizado, con unas cuotas de bienestar históricas pero parceladas, fronterizas frente a una enorme pobreza, las personas con juventud, iniciativa y capacidad de superación dejen atrás entornos que, lejos de asegurarles el futuro, les condenan a la miseria.
España, fruto de su experiencia histórica reciente, debería estar vacunada ante esta tentación amnésica. Fueron tres millones de españoles los que, impelidos por la situación económica, política y social del franquismo de posguerra, emigraron hace décadas a Europa bajo el instinto de la supervivencia.
La emigración siempre es dura, significa: abandonar la familia, amistades, la tierra donde uno ha nacido para irse a vivir a miles de kilómetros, la mayoría de las veces casi con lo puesto, a realizar trabajos que pocos quieren aceptar. El impulso del ser humano por superarse, vencer las penalidades, sobrevivir y proteger a los suyos es irrefrenable. A nadie le debería extrañar que en un mundo que se vende globalizado, con unas cuotas de bienestar históricas pero parceladas, fronterizas frente a una enorme pobreza, las personas con juventud, iniciativa y capacidad de superación dejen atrás entornos que, lejos de asegurarles el futuro, les condenan a la miseria.