Death of the liberal class

The liberal class is facing an untimely demise of its own making. In this provocative new work Chris Hedges explains how liberals sold us out, bankrupted the country and now face a crisis of their own.

For decades the liberal class was a defense against the worst excesses of power. But the pillars of the liberal class -- the press, universities, the labor movement, the Democratic Party, and liberal religious institutions -- have collapsed. In its absence, the poor, the working class, and even the middle class no longer have a champion.

In this searing polemic Chris Hedges indicts liberal institutions, including his former employer, the New York Times, who have distorted their basic beliefs in order to support unfettered capitalism, the national security state, globalization, and staggering income inequalities. Hedges argues that the death of the liberal class created a profound vacuum at the heart of American political life. And now speculators, war profiteers, and demagogues -- from militias to the Tea Party -- are filling the void.

La clase liberal se enfrenta a una desaparición prematura que ella misma ha provocado. En este nuevo y provocativo trabajo, Chris Hedges explica cómo los liberales nos traicionaron, llevaron al país a la quiebra y ahora enfrentan su propia crisis.

Durante décadas la clase liberal fue una defensa contra los peores excesos de poder. Pero los pilares de la clase liberal (la prensa, las universidades, el movimiento obrero, el Partido Demócrata y las instituciones religiosas liberales) se han derrumbado. En su ausencia, los pobres, la clase trabajadora e incluso la clase media ya no tienen un defensor.

En esta mordaz polémica, Chris Hedges acusa a las instituciones liberales, incluido su antiguo empleador, el New York Times, de haber distorsionado sus creencias básicas para apoyar el capitalismo sin restricciones, el Estado de seguridad nacional, la globalización y las asombrosas desigualdades de ingresos. Hedges sostiene que la muerte de la clase liberal creó un profundo vacío en el corazón de la vida política estadounidense. Y ahora los especuladores, los especuladores de la guerra y los demagogos (desde las milicias hasta el Tea Party) están llenando el vacío.